miércoles, 17 de noviembre de 2010

costos
 paneras de diez centímetros de altura vale: $30.000
contenedores  de quince centímetros vale: $20.000
pavas:$18.000
fruteros:$20.000
jarrones:$30.000
collares:$15.000
rosarios:$15.000
bolsos:$23.000
correas:$10.000

individuales:$10.000

viernes, 5 de noviembre de 2010

mi proyecto de vida

Proyecto de vida de Lina ,Fernanda y carlos



MI PROYECTO DE VIDA





Nuestros nombres son Lina Coque Astaiza  Fernanda Pomeo y Carlos Julio Gómez   somos unas personas emprendedora y muy persistentes en las cosas que queremos para nuestras vidas.
Somos estudiantes de la Institución Educativa Carlos Alban iniciamos nuestro bachillerato en el año 2004 y11 de diciembre 2009 culminamos nuestra etapa electiva de bachillerato académico.
Luego de haber terminado satisfactoriamente nuestros
 estudios estudio buscaremos los medios necesarios para empezar una carrera y ser unas(o) profesional. Una vez terminado, practicar lo aprendido en la pequeña finca de nuestras familias, Para tener experiencia y luego montar nuestra propia empresa para administrarla.

Hemos obtenido algunos estudios sobre la artesanía en iraca y nos  gustaría que no se quedara en el olvido puesto que la artesanía es un patrimonio colombiano y seria muy importante que nosotros además de lucirla poder trabajarla.


Nuestro propósito es enviar un proyecto al fondo emprender y con la ayuda del todopoderoso que se nos sea aprobado. Sera basada en montar una microempresa de elaboración y exportación de artesanías la cual va a generar empleo y eso va a ser muy importante para nosotros porque estoy contribuyendo a que mi país sea cada día mejor.
                                             
                                     
fernanda pomeo                lina marcela coque 














nuestro correo es el siguiente: yeseniaisabelastaizaagredo@gmail.com

jueves, 4 de noviembre de 2010

Cultivo de iraca

LA IRACA



[sombrero.jpg]

La iraca o paja toquilla, particular y socorrida fibra vegetal de nuestras zonas templadas, se utiliza en cauca y otras regiones del país para la elaboración de múltiples artículos. De ella se hacen sombreros, cestas, escobas, tapetes, palmetas, individuales, bomboneras, cigarrilleras, bolsos y adornos. Sin embargo, es la manufactura de sombreros —modalidad inicial—, la que indiscutiblemente predomina dentro de la explotación del material y cuya minuciosa técnica ha dado pie para una amplia diversificación de sus productos.
La especial hechura del sombrero de paja toquilla, que algunos llaman también "jipa", "suaza" o "Panamá" y originaria muy seguramente de la localidad de Jipijapa al occidente del Ecuador, se instaló y proliferó con enorme facilidad y rapidez en nuestras regiones del sur, donde los tejidos hechos en formas muy diversas —con los que se lograban las más finas y apretadas texturas—, estaban amplia mente difundidos y desarrollados en la tradición artesanal aborigen desde las lejanas épocas de la pre-conquista.


                                              

 
La preparación de la paja, que es la primera fase del laborioso proceso artesanal, la llevan a cabo personas vinculadas al cultivo. Las etapas básicas son: recolección, desorillada, ripiado, desvenado, cocción, desagüe, entorchada o tostada, chirliada, blanqueada y estufada.
Proceso de elaboración. en el que emplean herramientas y utensilios casi siempre adaptados por los mismos artesanos. Existen diversas maneras de iniciar la elaboración del tejido. Un experto puede distinguir en la hechura del centro de la plantilla el origen del sombrero o la región en que ha sido fabricado. La calidad del tejido varía con la selección del material y la técnica empleada, que implican modalidades y usos determinados que influyen, a veces de manera imperceptible, en la forma y la textura.

Lugares actos para el cultivo

La iraca crece en zonas templadas, dando calidades óptimas entre las regiones que oscilan entre los 1.200 y 1.500 metros de altura. Se desarrolla bien en todos los suelos húmedos, preferentemente en los arcillo-arenosos y sueltos, de superficies planas; en los inclinados y secos, sus hojas se tornan raquíticas y las cosechas se hacen tardías. Como el café y el cacao, necesitan sombra, se puede, por ello, asociar su cultivo al del plátano. La planta se propaga por medio de hijuelos o colinos, que deben sembrarse en triángulo y a una distancia aproximada de 2.40 mts., lo que da una densidad cercana a las 2.000 matas por hectárea. Sin embargo, este sistema ideal es poco respetado por los campesinos que generalmente alcanzan en sus plantíos densidades de 200 a 500 matas únicamente. La producción se inicia entre los 3 y 5 años, con una frecuencia de corte variable de 3 a 6 semanas. El rendimiento del cultivo tiende a disminuir con el tiempo, pero este puede ser renovado mediante soca, obteniéndose una nueva producción a los dos años.
Una planta bien desarrollada alcanza una altura de dos metros aproximadamente y el cogollo utilizable puede tener hasta noventa centímetros de longitud. El mantenimiento del plantío exige dos deshierbes al año (hechos a mano o con machete>, y un deshoje cada dos años.

[IMAGEN3.jpg]Las condiciones y pautas utilizadas por los viejos artesanos se han modificado, simplificándose. La carencia de estímulos económicos y el afán mercantilista aceleran y modifican el ritmo de la elaboración y la calidad del trabajo. El artículo que se teje con más frecuencia en Timbio Cauca es el que necesita una o dos jornadas; la elaboración de un sombrero de óptima calidad puede requerir un mes, o un poco más, de trabajo. El acabado es una fase del oficio de dedicación exclusiva, cuyos pasos son: apretado, recorte de pajas (despuche), remoje, estufado o azufrado, planchado, ribeteado y encintado.

Estos son unos de los pasos:

DESAGUE: Terminada la cocción, los "manojos" se retiran y se extienden en el piso para enfriarlos. Más tarde se depositan en estanques con agua limpia y fresca, donde se enjuagan durante toda una noche.
"ENTORCHADA" O "TOSTADA": Los manojos se colocan en cuerdas o alambres extendidos al aire libre, donde escurren y secan al sol. Las cintas se entorchan sobre sí mismas formando muy delgados cilindros. Antes del secamiento completo, un operario toma los manojos y los golpea con las palmas de la mano para separar cada hilo y evitar el secamiento de hojas mal cerradas.
CHIRLIADA: El material se deja extendido al sol para terminar el secado. Durante esta etapa, los manojos se toman por sus dos extremos y se cierran y se abren con un movimiento brusco de los brazos para separar completamente cada uno de los hilos entorchados.
BLANQUEADO: Las fibras secas vuelven a remojarse en agua fresca durante unas cuantas horas, para volver a extenderlas al aire y al sol, donde permanecen por otros 2 o 3 días.
ESTUFADA: Para blanquear aún más el material, algunos proveedores lo someten a la acción del humo y del azufre, colocándolo en pequeñas estufas de madera o bahareque, donde permanece durante algunas horas.
TEÑIDO: Esta última etapa de adecuación es aleatoria y generalmente es llevada a cabo por las tejedoras mismas, según sus gustos y preferencias.



El sombrero de paja toquilla tiene como características el material especial, la técnica y la finura d
el tejido. La forma adopta con el tiempo infinidad de modalidades, según sus usos y necesidades.
La elaboración del sombrero es hoy día el 60% de la producción artesanal y comprende desde el artículo fino, de minuciosa elaboración, hasta el producto más corriente, de paja gruesa, con variados tejidos. Las escobas de ripio forman también parte de la manufactura tradicional.
Con la diversificación de artículos, en busca de nuevos mercados y sectores, se ensaya y aplica el diseño local, se siguen la técnica y las pautas tradicionales o, en algunos casos, las formas y modalidades foráneas, como las ecuatorianas, o los telares planos traídos por miembros del Cuerpo de Paz a comienzos de los setenta.
El sector campesino de Timbio es poco adicto a las diversificaciones, pero el artesano, en el cual predomina la necesidad del objeto útil y funcional, ha logrado conjugar su completo conocimiento y dominio del material con las ancestrales técnicas del tejido para crear objetos bellos y eficientes. Son objetos naturales nacidos del oficio y la necesidad. Sin embargo, casi no se comercializan y van a finalizar en transacciones familiares, de vecinos y algunas veces en colecciones de arte popular. Este es un fenómeno inquietante en el desenvolvimiento de las artesanías populares tradicionales.
IRACA
Nombre científico
   

    



Carludovica palmata

Identificación

Una planta muy parecida a una palmera, sin tronco, con los pecíolos (tallos de las hojas) largos y rectos, surgiendo casi directamente del suelo. Cada uno de estos lleva en la punta la lámina de la hoja, que está dividida en muchos segmentos, en
forma de mano abierta. La inflorescencia, en forma de espiga, también crece en un tallo que sale directamente del suelo.


Historia natural
La iraca es conocida también con los nombres de lucua (Norte de Santander) y palmicha. Es una de las plantas más conocidas y apreciadas para extraer fibras para tejer. Con ellas se elaboran canastos y escobas, entre otros utensilios. Las hojas jóvenes, aún de color blanco, se aprovechan para elaborar sombreros "jipijapas" o "sauzas" (también conocidos como "Panama hats"). Los brotes tiernos son cosechados para usarlos como alimento, en ensaladas.

En algunas zonas hay grandes cultivos de esta planta. En condiciones naturales, la iraca es una especie propia del interior del bosque, donde crece a la sombra, usualmente en sitios húmedos. Las flores son visitadas por insectos y los atractivos frutos rojos son consumidos por aves silvestres, que dispersan sus semillas.


Datos para la observación
La iraca es una planta bien conocida por los habitantes de las regiones donde crece. Se les puede preguntar a estos los nombres que se dan localmente a la planta y detalles sobre los diferentes usos que se le conocen.

Proceso de elaboración
Herramientas e implementos:
La artesana-tejedora apela a muy escasos y elementales utensilios, casi siempre reunidos o adaptados por ella misma:
— Un tosco soporte de tres patas de 50 a 60 cms. de altura (la rueca), hecho en madera y generalmente aprovechando una rama de árbol de tres brazos, para mantener el "plato" —disco de madera de unos 13 cms. de diámetro—, que sirve como apoyo del tejido inicial.
— Una horma de madera que se coloca sobre la rueca o cualquier base adecuada y sirve para sostener y moldear el tejido vertical correspondiente a la copa del sombrero.
— Una piedra de regular tamaño (con un canto plano), que apoya y mantiene fijo el tejido sobre el "plato".
— Un trozo de tela o paño para proteger el tejido.
— Una correa o tira de cualquier material para fijar y apretar contra la horma el tejido de la copa.




  



ACABADO: 
El acabado del sombrero implica diversos pasos que —como ya lo hemos anotado—, son llevados a cabo en talleres del casco urbano por personas ajenas a las dos primeras etapas de elaboración. Es una fase del oficio de dedicación exclusiva en la que, gracias al manejo de considerables volúmenes, se pueden aprovechar las ventajas del trabajo seriado. Con pequeñas variaciones, las tareas a seguir en este proceso final son las siguientes:

— Apretado
— Recorte de pajas (despuche)
— Remojado
— Estufado o azufrado
— Lavado
— Despuche
— Majado
— Encolado
— Hormado
— Planchado
— Ribeteado y encintado.

Para estas labores, los operarios y "componedores" utilizan implementos y herramientas de fabricación casera o de tipo industrial:
— Tijeras comunes y cuchillas de afeitar para el recorte de pajas.
— Agujas metálicas para "cerrar" y remendar el tejido.
— Mazo para majar, hecho generalmente en madera dura y pesada de "cirote".

— Base de piedra lisa para efectuar el majado.
— Horno para estufar o azufrar, construido en tabla, bahareque o mampostería.

— Batea o recipiente para quemar azufre.
— Hormas en madera de diferentes formatos.
— Pisquillos y cachiporras para ajustar las hormas y golpear el tejido.
— Plancha eléctrica
— Jabón y cepillos.













Apretado: Es la primera tarea en el proceso de acabado del artículo "en rama". Se rematan los bordes, anudando fuertemente los flecos sobrantes del tejido. (Una experta "apretadora", que cumple una de las pocas tareas femeninas del acabado, puede alistar, en una jornada continua de trabajo, alrededor de cincuenta sombreros) 

A Cintas de la urdimbre o "parada" unidas por una trenza sencilla.
B Iniciación de la trenza.
C Tejido "riñón".
D Tejido de la "esterilla".
E Tejido "granizo".

Recorte de pajas: Las pajas sobrantes, que han quedado en el interior y el borde del sombrero, se recortan superficialmente con un par de tijeras comunes.

Remojado: Los sombreros se ponen a remojar en agua fría y se dejan escurrir.

Estufado o azufrado: Todavía húmedos se someten a la acción del humo de azufre para blanquear aún más el material. Se utiliza un horno rectangular, que consta básicamente de una cámara de dos metros de altura por unos 80 cms. de sección dividida en su altura media por una rejilla de pequeños listones espaciados. Los sombreros, doblados y apilados en la parte superior, reciben a través de la rejilla, el humo de azufre, que durante toda una noche quema en el espacio inferior del horno. (No todos los talleres poseen el horno de azufrar y tres o cuatro propietarios deben prestar el servicio a toda la producción local).











Lavado: Con agua fría y jabón, los artículos se lavan y se cepillan cuidadosamente. Se ponen luego a secar al sol durante unas cuantas horas, para lo que generalmente utilizan el largo de los andenes o los patios abiertos.

Despuche: Por segunda vez, pero con mayor minuciosidad y utilizando cuchillas de afeitar, se recortan los sobrantes de paja, tanto de la copa como del remate.

Majado: Para alisar y emparejar el tejido, se majan los sombreros sobre una base de piedra muy dura y lisa. El operario toma 3 o 4 artículos a la vez y usando un gran mazo de madera, que casi siempre está hecho de "cirote" y puede alcanzar las diez libras de peso, golpea copa y ala durante varios minutos hasta lograr una superficie completamente tersa y flexible. Es un trabajo de enorme esfuerzo que requiere continuas pausas, y se considera un buen rendimiento el arreglo de 40 a 50 artículos semanales.




Hormada: Aún ligeramente húmedos los sombreros se colocan en hormas de madera. El operario los ajusta en el quiebre de la copa y el ala con una cuerda de fique que golpea repetidamente con la "cachiporra". Con el pulgar y la planta de la mano alisa la falda y luego introduce en el centro de la horma una cuña o "pisquillo" para templar completamente el tejido, que deja "hormado" hasta el siguiente día.







Planchado: Con una plancha caliente se recorre toda la superficie, alisándola y dando buena forma al sombrero.

Ribeteado y encintado: La última etapa protege los bordes y el interior del sombrero con cintas y ribetes de distintos anchos y materiales: hule, plástico o cintas de seda, de acuerdo con la categoría del artículo. Ribetes y tafiletes se cosen a máquina o con hilo y aguja.
Como ya lo hemos señalado, todo este complejo proceso de acabado, obviamente sufre alteraciones y da cabida a gustos y conveniencias de patrones o "componedores" sobre el empleo de materiales o ingredientes o la supresión o modificación de alguna tarea. Así por ejemplo, el encolado, el planchado o el ribeteado y encintado, son pasos eventuales que pueden omitirse y que en algunos casos se dejan al cuidado de intermediarios y comerciantes de otros lugares; es así como una gran parte de la producción local, ajusta formas y terminados en talleres de Medellín, Cali, Bogotá o Guaduas y aun del exterior, según exigencias específicas de cada sitio.

                                







Un pequeño recipiente o vasija con agua, donde la artesana humedece regularmente los dedos mientras ejecuta la obra.
TEJIDO

 La artesana inicia su tarea con la cuidadosa escogencia del material. Color, finura y cantidad de paja invertida, son decisivas en la calidad del artículo. Aun cuando existe diversidad de tejidos, éstos consisten básicamente en el entrecruzamiento en forma de sarga o damero, en los que el elemento de la trama pasa por encima y después por abajo de la urdimbre. Los más utilizados son el común o "apareado", el "granizo" y el de "riñón", y su diferencia apenas consiste en el número de elementos usados en la trama y en la urdimbre. La hechura del sombrero se inicia en el "cuadro", centro de la plantilla, o parte plana de la copa. *(1) Este, a su vez, está formado por cuatro segmentos triangulares —las esterillas— unidos entre sí, y que determinan, según el número de pares de paja utilizados en su elaboración, la mayor o menor calidad del tejido. En efecto, el menor número de cintas empleadas en las esterillas, supone un tejido más fino y apretado, ya que se requiere agregar un mayor número de pajas a medida que se avanza en el tejido radial. Un sombrero fino generalmente comienza con 4 o 6 pares, mientras que el artículo común puede tener un "inicio" de 12, 14, 20 o más pares.
Las pajas escogidas para elaborar la primera esterilla, se colocan longitudinalmente una al lado de la otra y se mantienen unidas por medio de una trenza sencilla. Estas primeras cintas paralelas —que pueden tener de 60 a 90 cms. de longitud—, y que serán utilizadas verticalmente, van a constituir la urdimbre o "parada". En el tejido corriente, la artesana levanta y baja alternativamente dos elementos de esta urdimbre usando el índice y el pulgar de la mano derecha y, mientras mantiene la abertura con el dedo pulgar de la izquierda, pasa horizontalmente una paja de trama. Cada vez que inicia una hilera, desecha la primera paja, de tal forma que el tejido descienda diagonalmente hasta completar el primer segmento triangular; luego, utilizando la trama de la esterilla ya terminada como urdimbre, procede a la hechura de la segunda, después de la tercera y la cuarta hasta cerrar finalmente el "cuadro". Teje entonces dos o tres hileras corridas para asegurar y enmarcar el cuadro y prosigue luego el tejido radial, agregando "crecidos" o pajas nuevas cada cierto tiempo y a medida que la tarea avance y lo exija, de tal manera que se logre un tejido adecuadamente tupido. *(2)
El trabajo se apoya, aprisionado por una piedra de regular peso y tamaño, sobre el "plato", disco de madera colocado en la parte superior de la "rueca", que lo sostiene a una altura conveniente (50 o 60 cms.) para que la artesana, que generalmente se instala en un pequeñísimo taburete, o en el suelo mismo, pueda tejer cómodamente.
Para iniciar el siguiente paso, o sea la hechura vertical de la copa, la tejedora instala sobre la misma rueca, o sobre cualquier superficie cómoda y adecuada una horma de madera, sobre la cual ejecuta el tejido, que ajusta con una correa a medida que este prospera y desciende. Terminada la copa, la tejedora inicia la hechura del ala o falda, agregando nuevamente algunos "crecidos" —de uno a tres— hasta completar el ancho deseado. Finalmente remata con trencilla o tejido hecho en sentido contrario, en el que los elementos de la urdimbre se doblan hacia arriba en cada pasada de trama.
A lo largo de todo este proceso, la artesana aprieta las pajas a determinada cadencia y no deja de humedecer constantemente los dedos en agua para que las fibras conserven toda su flexibilidad. La etapa del tejido termina con una ligera costura hecha con aguja alrededor del remate, y el artículo "en rama" queda listo entonces para iniciar su complejo proceso de acabado.
La calidad del tejido, obviamente varía con la escogencia del material y la técnica empleada, que comporta modalidades y usos determinados que influyen a veces de manera imperceptible en la forma y la textura.
Es indudable que las condiciones y pautas ideales, utilizadas por los viejos artesanos, se han modificado sensiblemente y que la carencia de estímulos económicos y el apremio provocado por exigencias mercantilistas, aceleran y modifican el ritmo lógico de la elaboración y afectan indefectiblemente la calidad del trabajo.
El tejido y la textura de extrema finura que caracterizó hace algunos años el sombrero de "jipa", es cada vez más escaso, y el uso de muy delgadas cintas y pocos "pares" en el inicio del "cuadro" —que implica un dispendioso y delicado trabajo— es el hacer de contadas artesanas que lo ejecutan ahora invariablemente "por encargo" *(3)
Así mismo el número de "crecidos", que caracterizaba el artículo de buena calidad, ha disminuido y es muy frecuente encontrar en la producción actual el tejido en el que su aumento corresponde únicamente a los "saques de pucho", o sea el reemplazo de pajas cortas por largas, economizando, de esta manera, tiempo y material. La elaboración de un sombrero de óptima calidad puede requerir un mes o poco más de trabajo. El artículo corriente que con más frecuencia se teje hoy en día en Sandoná, sin embargo, es aquel que puede hacerse en una o dos jornadas utilizando 20 o más pares de paja gruesa para el comienzo.

Iniciación del tejido de ripio para la elaboración de escobas.
*(1) Existen diversas maneras de iniciar el tejido. Un experto bien puede distinguir, en la hechura del centro de la plantilla, el origen del sombrero o la región en que éste ha sido fabricado.
*(2) Los "crecidos", nuevos elementos de "parada" y trama, no deben confundirse con el llamado "saque de puches", o sea el reemplazo de las pajas pequeñas por pajas largas.
*(3) Algunos viejos tejedores recuerdan los tiempos en que la hechura se ejecutaba casi siempre en las noches de luna. El aire contenía la humedad adecuada y, sin mojar las manos, la paja se mantenía dócil y suave. (Se dice que los más famosos sombreros provienen de los artesanos que habitaban las alturas de Montecristo, no lejos de Jipijapa, donde parecen conjugarse la atmósfera y humedad más apropiadas con la centenaria habilidad de sus habitantes).